En publicaciones anteriores explicábamos el significado y los usos de la aerotermia, pero ¿qué ventajas o inconvenientes tiene este tipo sistema de climatización?.
VENTAJAS DE LA AEROTERMIA FRENTE A OTROS SISTEMAS
Un informe realizado por la empresa Toshiba concluye que la calefacción y el agua caliente por aerotermia son más baratas que el gasóleo y gas natural. La compañía de origen nipón le ha puesto cifras a esta afirmación a través del estudio que ha hecho en diversas instalaciones reales, que incluyen viviendas unifamiliares, comunidades, bloques de pisos y otros tipos de viviendas. El resultado es claro, el ahorro de una calefacción aerotérmica frente a gas natural y gasóleo es, como mínimo, del 25% y 50%.
La aerotermia es un sistema de fácil instalación que lo hace idóneo para obra nueva y reforma de antigua vivienda. Además se adapta fácilmente a instalaciones de climatización existentes. El poco espacio que ocupa es otro de los factores que favorecen su instalación, pues no requiere zona para almacenar combustible, algo que ayuda para la seguridad de la vivienda.
El coste del mantenimiento es inferior al de otros sistemas tradicionales. Como las bombas de calor no tienen quemador ni cámara de combustión, no generan residuos y no obliga a hacer limpiezas frecuentes. Requiere de un mantenimiento cuyo coste es menor que en una caldera de gas o de gasoil.
Es uno de los sistemas más ecológicos del mercado. La aerotermia es un sistema estanco, lo que significa que, en todo momento, el fluido refrigerante se mantiene dentro del circuito sin producir ningún tipo de escape. Esto supone una evolución importante y cero emisiones de CO₂ además de un mayor confort y una función adicional, como es la refrigeración o aire acondicionado para el verano, la supresión de la combustión de gasoil o los pellets. Esto hace que no produzca emisiones convirtiéndolo en uno de los equipos más beneficiosos para nuestra salud y para el medio ambiente.
La aerotermia emplea la energía del aire, por lo que es renovable y gratuita.
Además el periodo de amortización de la instalación de un sistema de aerotermia es relativamente corto, entre 2 y 3 años que en alguna ocasión se puede convertir en 1 si combinamos este sistema con paneles térmicos que hagan de complemento energético. Por otro lado, las marcas se han enfocado en hacer de la aerotermia un sistema ecológico a la par que eficiente, permitiendo la compatibilidad de este con paneles solares y calderas de condensación.
Haciendo un breve resumen de todo lo comentado anteriormente, podemos decir que las ventajas de la aerotermia son:
- Bajo nivel sonoro en la unidad interior.
- La ubicación de las máquinas no está condicionada por chimeneas o producción de gases de combustión. Instalación rápida y sencilla
- Es una energía natural, renovable e inagotable.
- Es compatible con energías renovables.
- No contamina. Reduce notablemente las emisiones de CO2.
- Alta rentabilidad: hasta un 75% de ahorro en la factura de la luz.
- Adaptable a casi todas las zonas climáticas del mundo.
- Es válido tanto para verano como para invierno (aire acondicionado y calefacción).
- Se puede usar para calefacción, refrigeración y para la producción de agua caliente sanitaria (ACS).
DESVENTAJAS DE LA AEROTERMIA
No todo son ventajas en la instalación de un sistema de aerotermia. Como en el resto de sistemas de climatización, siempre existen desventajas o inconvenientes que también hay que tener en cuenta.
Una de ellas es que la evaporización que se produce frente a un medio cambiante como es el aire con fluctuaciones de temperatura muy importante, hacen variar los rendimientos de los equipos de aerotermia.
Debemos tener en cuenta también que el combustible utilizado es la electricidad, que es el combustible más caro por unidad de energía. Este tipo de instalaciones, fuera de las condiciones ideales de uso, sufren caídas de rendimiento importantes que encarecen el coste energético. Por consiguiente implica que hay que aumentar la potencia contratada de electricidad, con lo cual la parte fija del recibo de electricidad que nos llega todos los meses, suele aumentar respecto a un edificio sin aerotermia.
Cuando necesitemos más de 11 o 12 kW de potencia sería conveniente realizar un cálculo de carga serio. Si estás pensando en usar este sistema con un suelo radiante sería muy interesante hacer una simulación para poder verificar la demanda de potencia real de la vivienda y dimensionar la bomba correctamente. En definitiva como con estos equipos no tenemos potencia de reserva como sucede cuando utilizamos calderas, hace falta hacer números y ser más fino en los cálculos porque podemos llevarnos una sorpresa poco agradable.
Otro de los inconvenientes de esta tecnología, es que las temperaturas de trabajo están muy “limitadas” y en lugares con inviernos muy rigurosos, donde se demanda una temperatura de unos 80ºC, salvo equipos muy concretos, esta tecnología puede ser descartada. Aunque su aprovechamiento es elevado pues en el caso del uso de suelo radiante, el clima producido resulta mucho más natural pues aprovecha el flujo natural del aire caliente, que al ser más denso que el aire frio tiende a subir.
En algunos casos, el hecho de tener que instalar una unidad exterior puede ser un hándicap. Ya sea por estética, por ruido o por no disponer de espacio en la fachada, algunos usuarios descartan este tipo de instalaciones. Aunque siempre existen opciones para poder ubicar la unidad exterior, ya sea en la azotea o en otras ubicaciones.
Como se puede observar no son muchas las desventajas de este tipo de equipos aerotérmicos, lo que ha provocado su difusión y que los fabricantes dedicados a la climatización hayan apostado por ellos como alternativa a los sistemas tradicionales.
Haciendo un breve resumen podemos decir que las desventajas o inconvenientes de un sistema de aerotermia son las siguientes:
- La inversión inicial para este tipo de instalaciones es generalmente alta.
- La instalación de equipos de aerotermia suele implicar que haya que aumentar la potencia contratada de electricidad.
- No es aconsejable en áreas climáticas muy frías, ya que su rendimiento es menor.
- Requiere de una unidad exterior, lo que puede ser un engorro en cuestión de ubicación y estética.
- Su eficiencia es óptima si se utiliza mayoritariamente para calefacción a baja temperatura, ya que en la generación de agua caliente a temperaturas convencionales en un sistema de radiadores tradicional, reduce su capacidad de ahorro en electricidad.