Existen diversas clasificaciones de calderas. Depende de varios factores:
1. Según su forma de funcionamiento
– De condensación: estas calderas condensan parte importante del vapor de agua contenido en los gases de combustión. El calor extraído por la condensación es aprovechado por la propia caldera. Gracias a este sistema se consigue un mayor ahorro de energía. Así, aunque su precio de compra es alto, la mayor inversión inicial se recupera con el uso.
– De baja temperatura: pueden funcionar de forma continua, con una temperatura del agua de alimentación entre 35ºC y 40 ºC. Su rendimiento es superior al de las calderas estándar que necesitan calentar el agua a temperaturas superiores-, pero inferior al de las calderas de condensación. Gastan más electricidad que las estándar.
– Estándar: para funcionar necesitan calentar el agua mucho más que las calderas anteriores, por lo que tienen un rendimiento inferior.
2. Según el sistema de encendido
Con llama piloto y sin llama. Las calderas con llama piloto tienen la llama continuamente encendida, a la espera de ser utilizadas. En las calderas sin llama piloto la llama se enciende directamente, y resultan más recomendables, ya que consumen menos.
3. Según de dónde proceda el aire para la combustión
Según de donde saquen el aire que utilizan para la combustión, distinguimos entre caderas de gas atmosféricas, en las que el aire viene de la misma estancia donde está ubicada la caldera, y las estancas, que toman el aire del exterior. Las más seguras son las estancas.