Daikin es la primera compañía del mundo en lanzar bombas de calor y unidades de aire acondicionado con refrigerante R-32. En España, fueron pioneros en 2013 con la unidad Ururu Sarara. Este refrigerante tiene varias ventajas para el medioambiente. Es muy eficiente y permite utilizar una carga de refrigerante equivalente de CO2 menor.
Este es el resultado de su PCA (potencial de calentamiento atmosférico) más bajo y del hecho de que sea necesario menos refrigerante en comparación con el R-410A. Por este motivo, el R-32 cumple a la perfección con los objetivos de la nueva normativa europea sobre gases fluorados.
La instalación y el mantenimiento del R-32 son similares a los del R-410A.
Puesto que es un refrigerante puro, el R-32 también es más fácil de recuperar y reutilizar.
¿Por qué ha introducido Daikin modelos con R-32?
Un aspecto fundamental de la filosofía corporativa de Daikin es esforzarse en liderar el camino a la hora de aplicar prácticas respetuosas con el medioambiente, con la eficiencia energética y la elección de refrigerante como factores clave. Daikin lanzó las primeras unidades de aire acondicionado del mundo en utilizar refrigerante R-32 en Japón a finales de 2012, donde ya se han instalado millones de unidades desde entonces. Posteriormente, los modelos con R-32 han llevado el confort climático a otros países como Australia, Nueva Zelanda, India, Tailandia, Vietnam, Filipinas, Malasia o Indonesia. En 2013, los modelos con R-32 hicieron su aparición en Europa, añadiendo nuevas ventajas medioambientales.
¿Qué es el R-32?
El nombre químico del R-32 es difluorometano. Se trata de un refrigerante que ha venido utilizándose durante muchos años como componente de la mezcla de refrigerante R-410A (50% de R-32 y 50% de R-125). Daikin
fue la primera compañía en descubrir que utilizar R-32 en estado puro en lugar de utilizarlo como parte de una mezcla tenía varias ventajas.
El potencial de calentamiento atmosférico (PCA) en el gas R-32 es de 675 frente a los 2.088 del gas refrigerante R-410A.
El potencial de calentamiento atmosférico (PCA) es un número que expresa el impacto potencial que un determinado refrigerante tendría sobre el calentamiento global si se liberara en la atmósfera.
Se trata de un valor relativo que compara el impacto de 1 kg de refrigerante con 1 kg de CO2 durante un periodo de 100 años. Aunque este impacto se puede evitar previniendo fugas y garantizando un correcto reciclaje al final de su vida útil, elegir un refrigerante con menor PCA y minimizar el volumen de refrigerante, reducirá el riesgo medioambiental si ocurre alguna fuga accidentalmente.
El R-32, R-410A, R-134a y otros refrigerantes que se utilizan actualmente en Europa no destruyen la capa de ozono. Los refrigerantes de la generación anterior como el R-22 tenían un efecto perjudicial en la capa de ozono, puesto que contenían cloro. A partir de 2004, la normativa de la UE ha prohibido cualquier equipo nuevo que utilice refrigerantes que destruyan la capa de ozono, como es el caso del R-22. Desde enero de 2015, dar servicio a equipos existentes con R-22, incluso con R-22 reciclado, también está prohibido.
Si usted todavía sigue utilizando equipos basados en el R-22, le recomendamos que los sustituya antes de esperar a que se averíen. Cambiar a equipos que utilicen refrigerante R-32 en lugar de R-22 generaría un beneficio doble para el medioambiente. Eliminaría el riesgo de dañar la capa de ozono y representaría una mejor solución en términos de impacto de calentamiento global. Sustituir solamente el refrigerante R-22 por refrigerante R-32 en instalaciones existentes no está permitido, puesto que el aceite y las presiones son distintas. No obstante, es posible sustituir las unidades interiores y exteriores conservando la tubería de refrigerante.
¿Es el R-32 un refrigerante seguro?
Puesto que el R-32 pertenece a la categoría de refrigerantes de baja inflamabilidad (clase 2L de la norma ISO 817), se puede utilizar de forma segura en la mayoría de aplicaciones de aire acondicionado y bomba de calor. No obstante, se deben seguir las instrucciones facilitadas por los fabricantes de equipos con R-32 y por los proveedores de cilindros de refrigerante R-32, al igual que las normas de seguridad nacionales y europeas, como en el caso de cualquier otro tipo de refrigerante.
El R-32 no se inflamará si el nivel de concentración en la habitación permanece por debajo del límite de inflamabilidad inferior (0,307 kg/m³).
Las normas y regulaciones sobre seguridad europeas e internacionales como la EN 60335-2-40 y la EN 378 definen los requisitos para permanecer muy por debajo del límite de inflamabilidad inferior en caso de fuga accidental.
También es difícil que el R-32 se prenda. Las chispas que generan los relés o interruptores de los aparatos domésticos, así como la electricidad estática común no tienen suficiente energía como para prender el R-32.
El R-32 es un refrigerante de toxicidad baja.
Pertenece a la misma clasificación de toxicidad baja que el R-410A.
¿Ya no estará disponible el R-410A?
El R-410A continuará disponible para dar servicio a equipos ya instalados.
En equipos nuevos, el uso del R-410A se prohibirá en Europa en sistemas de aire acondicionado Split sencillos con una carga de refrigerante inferior a 3 kg a partir de 2025, pero no en otras aplicaciones.
Sin embargo, se espera que aumente el uso del R-32 en otras aplicaciones como consecuencia de los objetivos de la normativa europea sobre gases fluorados.
Cómo elegir un sistema de aire acondicionado o bomba de calor con un impacto de calentamiento global más bajo.
El principal impacto en el calentamiento global de las unidades de aire acondicionado o bombas de calor viene de la electricidad que utilizan.
Si la electricidad se genera a partir de fuentes renovables, este impacto puede aproximarse a cero. Sin embargo, si viene de plantas de producción de energía que utilizan combustibles fósiles, el impacto es mucho mayor.
En cualquier caso, incluso si la fuente de electricidad es de baja emisión, sigue siendo importante ser eficiente con la energía y no derrocharla.
Las etiquetas energéticas europeas (A+++, A++, A+, A, B, C, etc.) permiten a los consumidores comparar la eficiencia energética de las unidades de aire acondicionado y bombas de calor.
Aquí intervienen los valores de EER (factor de eficiencia energética en modo refrigeración) y COP (coeficiente de eficiencia energética en modo calefacción) que nos sirven para saber por cada Kw de energía eléctrica consumida, cuantos Kw térmicos nos va a dar.
Por ejemplo, si yo tengo que refrigerar una estancia y necesito 8 kw térmicos, si tengo una máquina con un EER de valor 4, necesitare 2 Kw eléctricos (8 dividido entre 4). Por lo tanto, cuanto más EER tenga una máquina de aire menos consumirá.
Estos valores de EER y COP son con la máquina funcionando al 100%, pero como la máquina no siempre funciona al máximo, existen otros valores SEER y SCOP que son unos valores basados en medias de mediciones de la máquina a distintas potencias de funcionamiento y son los que se utilizan para el cálculo de la etiqueta energética.
El otro impacto en el calentamiento global viene del refrigerante que circula dentro del sistema. Aunque este impacto se puede evitar previniendo fugas y garantizando un correcto reciclaje al final de su vida útil, elegir un refrigerante con menor PCA y minimizar el volumen de refrigerante, reducirá el riesgo medioambiental si ocurre alguna fuga accidentalmente.
Normativa sobre gases fluorados de la UE revisada
Si se liberan en la atmósfera, los refrigerantes pueden contribuir al calentamiento global. En 2006, el organismo regulador de la UE implementó la denominada “normativa sobre gases fluorados” para reducir el riesgo de ciertos grupos de gases fluorados de efecto invernadero, de los que los más importantes son los gases HFC que se emplean normalmente como refrigerantes.
Se introdujo un sistema de certificación para las compañías de instalación y mantenimiento. Este, junto a las inspecciones obligatorias de prevención de fugas para sistemas con una carga de 3 kg o más, redujo satisfactoriamente las emisiones. (Nota: la normativa sobre gases fluorados revisada, aún requiere inspecciones de prevención de fugas, pero el umbral ha cambiado a 5 toneladas de equivalente en CO2 o más, que equivale a 2,4 kg de R-410A o 7,4 kg de R-32).
A pesar de que actualmente las emisiones de gases fluorados solo representan el 2% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en la UE, el organismo regulador de la UE y el sector han reconocido que se
puede hacer más en vista de la hoja de ruta de la EU hacia una economía baja en carbono. Esta es la razón por la que la normativa sobre gases fluorados revisada entró en vigor a comienzos de 2015. Esta normativa fomenta el diseño de equipos con refrigerante con una menor equivalencia
en CO2. Es decir, equipos con refrigerantes con un PCA o carga menores, o idealmente una reducción de ambos (lo que se denomina comúnmente como “disminución gradual” en el consumo de HFC, expresado en
equivalentes de CO2). Gracias a la normativa sobre gases fluorados, las emisiones de gases fluorados en la UE se reducirán a dos terceras partes en 2030 si se comparan con los niveles de 2015.
No existe ningún refrigerante que pueda satisfacer las necesidades de todo tipo de aplicación. Esto significa que Daikin tuvo que evaluar detenidamente sus opciones, teniendo en cuenta no solamente la reducción del PCA o la cantidad utilizada, sino también aspectos como la eficiencia energética, la seguridad y la accesibilidad.
Por ejemplo, seleccionar un refrigerante con un PCA menor, pero que consume más energía, no sería una buena elección, puesto que sería contraproducente para el impacto en el calentamiento global total del producto.
La nueva normativa sobre gases fluorados prohíbe el uso de refrigerantes con un PCA superior a 750 en unidades de aire acondicionado Split con una carga de refrigerante inferior a 3 kg a partir de 2025. Daikin ya introdujo modelos con R-32 una década antes de que se impusiera este requisito, porque cuanto antes se reduzca el PCA de los refrigerantes, antes podrá reducirse el impacto medioambiental de las emisiones de HFC.