Actualmente, y con el objetivo de reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero, todas las calderas a la venta en España deben contar con generadores de alta eficiencia.
Así, en el caso de instalar calderas de gas, estas deben de ser de condensación. En AIREFRIO te contamos cómo funcionan las calderas de condensación y cuáles son sus ventajas. Disfruta de la temperatura perfecta en casa sin gastar mucho dinero.
¿Qué es una caldera de condensación?
Las calderas de condensación son el modo de climatización por gas más eficiente.
Si bien la caldera estanca tenía su cámara de combustión herméticamente cerrada con respecto a la habitación en la que estaba emplazada, por lo que tomaba el aire para la combustión desde el exterior de la estancia, y también expulsaba los humos residuales directamente hacia el exterior, no ocurre lo mismo con las de condensación.
En este caso, este tipo de calderas son capaces de aprovechar el calor latente que existe en los gases resultantes de la combustión. Gracias a este reaprovechamiento, “producen más con menos”. Es decir, tienen una eficiencia de combustible que normalmente llega al 90-95 %.
¿Cómo funcionan las calderas de condensación?
El principio de funcionamiento de este tipo de calderas se basa en el proceso de condensación: un cambio de fase de una sustancia en estado gaseoso (vapor) a estado líquido. Este cambio de fase genera una cierta cantidad de energía llamada “calor latente“.
Dicho de otra forma, el calor emanado por el vapor se utiliza para precalentar el agua que entra al circuito de la caldera, disminuyendo así la cantidad de energía que la caldera debe invertir para poder calentarla. Esto se traduce en una mejora en la eficiencia energética y a su vez un consumo menor de combustible.
Ventajas de las calderas de condensación
Las calderas de condensación ofrecen importantes ventajas. Repasamos algunas de las más importantes.
- Ahorro de hasta un 30%: las calderas de condensación pueden recuperar el vapor de agua generado, lo que se traduce en un menor consumo. Esto implica un importante ahorro económico, concretamente en torno al 25-30%. Todo ello se traduce directamente en un ahorro económico en la factura del gas, por lo que la inversión en la compra de la caldera se amortiza en 1 o 2 años.
- Reducción de las emisiones de CO2: al consumir menos gas y aumentar el rendimiento, se reducen hasta en un 70% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de óxidos de nitrógeno (NOx).
- Mayor eficiencia energética: estas calderas evitan que el calor se escape en forma de vapor de agua, consiguiendo rendimientos cercanos al 100%. Estos niveles de eficiencia se consiguen porque recuperan el calor latente proveniente de la condensación de los vapores de agua, un calor que en las calderas convencionales se desperdiciaba en la salida de humos.
- Funcionamiento modulante: las calderas de condensación se adaptan a la demanda en cualquier rango de funcionamiento del equipo. Es decir, si la casa demanda energía por valor de un 50%, la caldera funciona al 50%.
También son muy silenciosas, seguras y totalmente compatibles con los sistemas que tengas en tu vivienda.
Normativa sobre las calderas
Las nuevas normativas europeas y españolas establecen el uso de calderas de condensación de forma obligatoria en nuevas instalaciones, y sugieren la sustitución de calderas tradicionales por calderas de condensación.
De acuerdo con el informe Sector de la Calefacción 2020 de FEGECA, las calderas con tecnología de condensación se han consolidado como una pieza clave para la consecución de los objetivos climáticos de la UE, gracias a la reducción del consumo energético y de las emisiones de CO2.
Además, también se espera que el uso de estas calderas de condensación dé paso a otros sistemas que permitan aprovechar energías renovables. Es el caso, por ejemplo, de los de aerotermia. Cada vez son más los nuevos hogares que incorporan estos sistemas por su menor impacto medioambiental.
Consejos para ahorrar con las calderas de condensación
- Ventilar la casa no más de 5 minutos: este tiempo no modifica la temperatura de la vivienda y renueva el aire del interior.
- Utilizar termostatos programables
- Mantener una temperatura constante: se obtiene mayor confort, porque la vivienda no tiene grandes cambios de temperatura, y además es más eficiente.
- Dejar espacio en torno a los radiadores: no tapes el radiador y deja un espacio por encima y alrededor de ellos.
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Ahora que ya sabes cómo funcionan las calderas de condensación, es hora de tenerlas en casa. Mantén tu hogar cálido y confortable todo el año con el ahorro que te mereces.
