La caldera de gas es, sin lugar a dudas, uno de los equipos de calefacción más adquiridos en los últimos tiempos en la mayoría de hogares del país. Pero, ¿cuáles son sus características? ¿Y qué es lo que la diferencia de otros dispositivos?
El funcionamiento de una caldera de gas
El modo de trabajar de estos sistemas es relativamente sencillo. Este equipo de calefacción dispone de un depósito, llamado caldera, cuya función principal es la de aumentar la temperatura del agua a través un combustible, en este caso gas. Una vez calentada, esta sale fuera del depósito hacia los distintos radiadores y emisores de agua caliente sanitaria (ACS) distribuidos por la vivienda.
Estas calderas funcionan con gas butano, propano o natural (también conocido como «gas ciudad»), de modo que cuando estos entran en contacto con la llama de combustión del quemador, se produce una liberación de energía. Es en la parte del intercambiador donde el agua comienza a tomar temperatura, saliendo después hacia distintos circuitos para, por ejemplo, proveer de agua caliente a un baño. De esta manera, cuando se abre un grifo el dispositivo se activa y el agua sale a una temperatura elevada.
Existe un sinfín de modelos de calderas, en función de su nivel de consumo, rendimiento o ahorro. Sin embargo, estas se suelen dividir en tres tipos fundamentales: murales, estancas y de condensación. Las primeras son de tamaño reducido, resultando compatibles con viviendas de pequeñas dimensiones. Las calderas estancas son muy seguras por estar herméticamente selladas, y las de condensación son conocidas por ser altamente eficientes.
¿En qué zonas de España se suelen instalar más equipos de calefacción?
Antes de proceder a la instalación de una caldera es importante obtener información sobre las características de la vivienda en cuestión. Por ejemplo, no es lo mismo un piso que una casa unifamiliar. Por otro lado, también es importante analizar la zona geográfica donde se sitúa la vivienda, ya que la temperatura exterior durante el invierno condicionará en gran medida el rendimiento del dispositivo.
Las calderas de gas son equipos con unas características técnicas que las hacen propicias para climas templados. Por tanto, de manera general, se suelen instalar más en zonas donde las temperaturas no descienden de los 0 ºC. Para zonas de montaña, con temperaturas bajo cero que se mantienen durante periodos prolongados, se recomiendan otro tipo de instalaciones.
Las principales marcas
Las calderas que mejor relación calidad-precio ofrecen y que, por tanto, son más demandadas por los clientes son: Junkers, Saunier Duval, Intergas y Vaillant. Junkers, perteneciente al grupo Bosch, posee más de cien años de historia a sus espaldas. Esta marca es conocida por fabricar calderas ecológicas, seguras y muy fiables. Sus años de experiencia en el sector les permiten producir calderas de calidad a precios muy asequibles.
Por otro lado, Saunier Duval es conocida por apostar por productos que siempre cumplen con las necesidades de sus clientes. Se dedican a la fabricación de calderas compactas, de alta calidad, con sistemas de acumulación. Con ellas se consigue ACS de manera inmediata. Todos sus equipos garantizan el máximo bienestar de sus usuarios.
Vaillant, empresa alemana fundada en 1874, es hoy una marca líder en el sector de las calderas. Su éxito se debe a su compromiso en la aplicación de tecnología avanzada al negocio de la calefacción. Esto les ha permitido ofrecer a sus clientes equipos respetuosos con el medio ambiente y de un gran ahorro energético. La mayoría de sus modelos disponen de la opción de bajo consumo con controles inteligentes.
Estas marcas garantizan, con sus productos de calidad, el máximo bienestar en tu hogar. ¡Ahora es el momento perfecto para hacerse con una caldera de gas!
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