¿Debemos cambiar la temperatura de nuestro hogar en función de la época del año?
En general es aconsejable que la temperatura de una estancia ya sea en una vivienda o en una oficina, no sea de más 10 grados con respecto a la temperatura que haya en el exterior. Por lo que es muy importante que regulemos la temperatura de nuestros equipos de climatización en función de la estación del año en la que nos encontremos. En verano por ejemplo es aconsejable que nuestro aparato de aire acondicionado en el hogar mantenga la temperatura entre 24 o 26 grados. Sin embargo, en invierno la bomba de calor de nuestro equipo ha de funcionar para mantener una temperatura entre las 19 y 21 grados.
Normalmente es complicado seguir estas pautas porque nos podemos encontrar más cómodos en temperaturas más altas o más bajas pero es importante recordar que una de las consecuencias más frecuentes de los cambios térmicos son los catarros y resfriados.
Claro está que no es fácil acostumbrarse a un cambio de temperatura brusco si por ejemplo en invierno la temperatura habitual a la que tenemos nuestro hogar es de 25 grados. Pero un método sencillo que podemos aplicar para ir consiguiendo poco a poco un descenso paulatino de la temperatura habitual es el de ir bajando cada 2 o 3 días un grado hasta conseguir estabilizarla entre los mencionados 19 o 21 grados recomendables. Así nuestro cuerpo irá, poco a poco, habituándose al cambio sin saltos bruscos.
De todas formas esta regla no es 100% aplicable a todos los hogares. Otros factores pueden condicionar la temperatura ideal, área geográfica, humedad del ambiente, orientación de nuestra vivienda y situación en el edificio, etc. por lo que lo más oportuno es consultar con el técnico instalador acerca de cual sería la más adecuada para nuestras necesidades climáticas.
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