Hay que mirar la potencia que consume el aparato. Si en la pegatina pone potencia: 2,6 Kw entonces. Si el kilovatio hora vale unas 0,15 hay que multiplicar 2,6×0, 15=0,39 euros la hora, esto es lo que gastará el aparato en su momento de mayor consumo. Hoy en día, los compresores de los equipos de aire son inverter DC de ultima generación por lo que tras llegar a la temperatura de consigna se reduce el consumo, pudiendo decir que para un equipo bien dimensionado tras los primeros 15 minutos de trabajo el consumo se reduciría a 0,078 euros la hora. Multiplique por días y vera lo que pagara al mes de aire.
Para saber todos los datos necesarios sobre nuestro aire acondicionado, tenemos que fijarnos en la etiqueta de características, que suele estar situada en la unidad exterior. La etiqueta nos ofrecerá información como la potencia, EER, COP… (mirar más información sobre la etiqueta en nuestra noticia sobre esto aquí) aunque lo que nos interesa en este post es el consumo eléctrico, que normalmente aparece como “consumo”, “input power” o fórmulas parecidas. Si el aparato también es de calor nos dará la información de calor y refrigeración.
Debemos prestar especial atención a la diferencia entre potencia eléctrica y térmica. Aunque ambas nos aparecerán expresadas en kW no son lo mismo, ya que la eléctrica será más o menos un tercio de la térmica. Una vez tenemos claro este detalle, el consumo de nuestro aire acondicionado dependerá de si nuestro aparato utiliza el sistema inverter o no.
Si tenemos un equipo no inverter nos resultará algo más fácil calcularlo, aunque el precio será mayor. El aparato consumirá más o menos la potencia eléctrica que leemos en la pegatina hasta alcanzar la temperatura que le hayamos indicado. Cuando llegue a ella, se parará y se volverá a encender todas las veces que sea necesario para que la temperatura se mantenga. Por su parte, los equipos inverter regularán la potencia térmica, lo que hará variar el consumo eléctrico.
Imaginemos que nuestro aire acondicionado tiene un consumo nominal de 2 kW eléctricos y 7’1 kW térmicos, y lo encendemos para poner a 24ºC una habitación que está a 25ºC durante una hora. En el caso del aparato con tecnología inverter, el compresor se regulará al 50% de su capacidad, por lo que el consumo será sensiblemente inferior a los 2 kW que dice la etiqueta. No hay forma de precisar el consumo exacto, pero sabemos que no pasará de los 2 kW por hora. A un precio de 19 céntimos el kW, nos saldrá por unos 38.
En la misma estancia y en las mismas condiciones, pero con un equipo sin tecnología inverter en la que no lleguemos a la temperatura indicada en una hora, el consumo será de 2’6 kW por hora. Al precio actual del kW, nos acabará costando cerca de 50 céntimos. Además del consumo, la puesta en marcha bastante más suave del primer aparato también influye en el ahorro respecto al aparato sin sistema inverter.